La intoxicación por metales pesados en las ciudades es un problema de salud que afecta la población de las ciudades a nivel mundial. Los metales pesados y otras toxinas amenazan cada vez más nuestra salud. En estudios recientes se ha comprobado que hoy en día tenemos de 400 a 1.000 veces más plomo en los huesos que hace 400 años. Los metales pesados son un grupo de elementos químicos que presentan una densidad relativamente alta y cierta toxicidad para el ser humano.
Son perjudiciales porque compiten con los minerales sanos (zinc, hierro, selenio, etc.) y esto afecta la forma de aprovechar los nutrientes que ingerimos y a las reacciones químicas que se llevan a cabo a nuestro organismo. Se van acumulando de forma lenta en diferentes órganos alterando su correcto funcionamiento. Los metales pesados se han convertido en un tema actual tanto en el campo ambiental como en el de salud pública. Los daños que causan son tan severos y en ocasiones tan ausentes de síntomas, que las autoridades ambientales y de salud de todo el mundo ponen mucha atención al minimizar la exposición de la población, en particular de la población infantil, a estos elementos tóxicos.
Los metales pesados sólo los asociamos con personas que trabajan en minería (mercurio y arsénico) o en fábricas de baterías (plomo), en plantas industriales, etc. Sin embargo tenemos intoxicación por metales pesados en las ciudades a través de los teléfonos móviles, los circuitos electrónicos, las amalgamas dentales, las prótesis fijas, las ollas de cocinas y otros muchos elementos de la vida diaria, contienen estos elementos. En 2009 Mattel tuvo que pagar una multa del de 2.3 millones de dólares puesto que se encontró que varios de sus juguetes estaban pintados, con pintura a base de plomo, este caso nos demuestra lo cerca que tenemos este peligro y lo poco que nos damos cuenta de esta realidad.
Cómo diagnosticar la intoxicación por metales pesados
El diagnóstico del nivel de metales pesados que tenemos en nuestro organismo es rápido y sencillo y se hace mediante la espectrofotometría que utiliza un haz de luz para medir los niveles de minerales, metales pesados y niveles de oxidación. Se detecta en la palma de la mano sin utilizar agujas ni medios invasivos o cruentos. El resultado llega instantáneamente y se puede prescribir inmediatamente una pauta terapéutica para eliminar los metales pesados y reducir la oxidación celular.
Es una técnica que detecta la biodisponibilidad o presencia de minerales y metales pesados a nivel intracelular, a diferencia de los análisis de sangre convencionales que los miden a nivel intravascular. Es decir, nos hacemos una idea real de lo que sucede dentro de la célula y no en el torrente circulatorio.
Tratamiento de la intoxicación
Niveles altos de zinc y cobre pueden indicar patología severa en el hígado, asociada frecuentemente a la obesidad, la diabetes y la sobreinfección por bacterias y hongos. Un tratamiento para este problema es el uso de la «Berberine», un suplemento de alto valor desintoxicante, antimicrobiano y regenerador de la pared intestinal, idóneo para estos casos.
La intoxicación por Mercurio, el metal con más efectos dramáticos sobre la salud, está ligada al consumo de pescado contaminado y otras exposiciones como ser portador de amalgamas dentales. Penetra en el órgano intracelular más antiguo y fundamental para la vida, la mitocondria, trastornando sus ciclos metabólicos y enzimáticos con repercusiones graves a nivel inmunológico, neurológico y otros sistemas. Las limpiezas del aparato circulatorio, como las quelaciones no son suficientes para limpiar el área intracelular. Se hace necesario desarrollar nuevas técnicas terapéuticas con la capacidad de penetrar el citoplasma y limpiar la célula desde su interior».
